Es una nueva tecnología no invasiva utilizada para el tratamiento del Glaucoma.
El láser actúa con micropulsos sobre el cuerpo ciliar del ojo, que al aplicar el láser, reduce la producción y cantidad de humor acuoso, logrando en un 60 a 70% de los casos reducir o controlar la presión ocular, principalmente en pacientes con Glaucoma avanzado, no candidatos cirugías.
Ventajas:
No se realizan incisiones, siendo procedimiento no invasivo. Se puede repetir en varias sesiones. Es muy seguro y predecible. Produce una mínima o inexistente inflamación postoperatoria. Rápida recuperación del paciente.
Desventajas:
Se aplica en quirófano, bajo sedación o con anestesia local.